El BMW i3 es el primer vehículo eléctrico de la marca alemana. Un modelo muy especial y que significa el pistoletazo de salida de una nueva era. Los BMWeléctricos ya son una realidad, pero la firma pretende, además, que sean una revolución en la movilidad. El reto de conseguir un BMW eléctrico que mantuviese toda la esencia de la marca era enorme. Por ello, desde 2007 un nutrido grupo de ingenieros se han dedicado al desarrollo del nuevo BMW i3. Por supuesto, este coche no va a salvar el mundo por sí solo. Pero el BMW i3 es algo muy especial para los de Múnich. Para BMW, este coche es una auténtica revolución, porque todo es diferente en este coche tan 'cool'. Esta revolución empieza por el diseño. Bastante más liviano que el resto de la gama de la marca, mucho más corto de lo acostumbrado y bastante alto, ni siquiera en la gama Mini se había visto algo así. Y esto se traslada también al interior: totalmente inédito en un modelo de BMW. Alto, estrecho y con una longitud de cuatro metros, se presenta como un coche perfecto para circular por las grandes urbes. Y es que desdeBMW recuerdan constantemente que el propósito del BMW i3 es convertirse en el elemento de movilidad urbana más avanzado hasta la fecha.
Los plásticos y el cuero dejan paso ahora al carbono y los materiales ecológicos a base de materias primas reciclables, y el puesto de conducción es totalmente nuevo. Tras el volante se ha ubicado una pequeña pantalla y donde antes estaba el contacto, asoma ahora un pequeño mando de la columna de la dirección con el que se selecciona la marcha en la transmisión. Los antiguos mandos analógicos de la consola central dejan sitio ahora a una enorme pantalla táctil. Gracias a su potente sistema de navegación y un 'software' muy desarrollado, el primer BMW eléctrico se convierte en una herramienta perfecta para moverse por la gran ciudad. Permanentemente conectado a la red mediante un 'smartphone', nos informa de todo tipo de datos que queramos 'en vivo', mediante una enorme pantalla central, desde los puntos de carga más cercanos hasta la ruta optima para llegar a tu restaurante favorito, combinando el coche con el transporte público, para conseguir siempre el itinerario más eficaz y eficiente.
En el plano técnico, el BMW i3 incorpora numerosas innovaciones. Quizás una de las más representativas sea la construcción del habitáculo en una sola pieza de fibra de carbono y plástico reforzado (CRFP). El peso ha sido un factor clave en su desarrollo, y cada pieza ha sido concebida buscando el menor posible. El motor eléctrico entrega una potencia de 125 kW (170 CV) y un par motor de 250 Nm. Su autonomía varía mucho dependiendo del uso que se le dé. Desde BMW, mencionan que en uso normal es capaz de recorrer entre 130 y 160 km. El BMW i3 cuenta con dos modos de ahorro de energía, el ECO PRO y el ECO PRO+. En ambos casos el sistema ahorra energía tanto de elementos de confort como en la potencia misma que entrega el motor. Con estos elementos el i3 es capaz de conseguir hasta 40 km extra de autonomía. Pero si realmente lo que se busca es una autonomía muy decente, se puede equipar de manera opcional lo que en BMW denominan 'Range Extender'. Se trata básicamente de la incorporación, junto al motor eléctrico en la parte trasera del coche, de un motor bicilíndrico de 650 cc y 34 CV -procedente de las motos de BMW- que se activa, según lo necesite el sistema, para recargar las baterías y aumentar así la autonomía hasta los 100 km. No obstante ese motor de combustión solo generaría elecricidad, nunca actuaría directamente sobre las ruedas.
En condiciones normales sus 22 kW dan para 190 kilómetros, y en modo Eco Pro puede llegar a 200. Y para el día a día, el BMW i3 promete entre 130 y 160 kilómetros. Después, el i3 tiene que pasar por el enchufe. En uno de carga rápida se debe cargar el 80% en solo 30 minutos. Con un enchufe doméstico, esto dura ocho horas.