El SUV más pequeño de la marca de la hélice recibe algunos retoques para afrontar el nuevo año. Sutiles cambios son los que parece que diferenciarán el nuevo BMW X1 de los modelos anteriores. La gran diferencia de este X1 respecto al que sustituye la encontraremos principalmente en la incursión de la tecnología LED para su alumbrado diurno, junto a unas nuevas entradas de aire en el paragolpes que le confieren una imagen algo más deportiva, y unas llantas de 17 pulgadas de nuevo cuño. Por último, se actualiza la paleta de colores para su carrocería. En su interior hay novedades, aunque tampoco de gran calado. Con los paquetes BMW xLINE, BMW Sport Line o el Paquete Deportivo M, la visera del cuadro de mandos va realizada en un material más suave. Pero también hay diferencias en los acabados, que ahora podrán incorporar terminaciones en 'Negro High-Gloss', 'Red Coral Mate' o ‘Cromado Pearl-Gloss'. Para terminar, un nuevo ribete de acero inoxidable protegerá el alfeizar del portón trasero.
El BMW X1 incorpora dos nuevas motorizaciones: una diésel de 163 CV, que le permitirá ahorrarse el impuesto de matriculación (emite 119 g/km) y otra gasolina de 184 CV. El todocamino alemán incluirá, además, numerosas mejoras destinadas a incrementar su confort de marcha. Con la inclusión de las nuevas motorizaciones, la gama X1 queda formada por un total de tres versiones gasolina y cuatro diésel con potencias comprendidas entre 143 y 245 CV. A la hora de circular por carretera, muy pocos SUV compactos puede hacerle sombra el BMW X1, pues el sello dinámico de BMW queda patente al recorrer los primeros metros. Fuera del asfalto, mejor no cometer grandes excesos porque no tiene una gran altura libre al suelo. Aunque por pistas y carreteras nevadas se encuentra totalmente a gusto.
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